Pue si. El pobre rubio se ha pasado el día en el colegio sudando la gota gorda pensando en cómo acercarse a la bacana. Por supuesto que la gente no se da cuenta porque lo único que ven en él es un tiguere que está como quiere y que no coge corte. Que ingenua la gente, que no sabe su realidad. Eso pasa por estar privando lo que no es.
Desde su silla nada más puede escuchar la risa super chillona de su amor quien ahora tiene varias panas de la misma liga peligrosa que se sientan con ella. Con oir esa risita se le erizan los pelos, pero de los nervios.
Resulta que para rematar la ha escuchado voceandole a sus amigas que ella no hay cosa que deteste más que los «jevitos lindos», AY, le retumban los oídos y se le detiene el corazón a nuestro protagonista. Si, porque definitivamente el cae dentro de la categoría de jevitos lindos. Seguro que el comentario de la pana no fue precisamente dirigido a él, porque ella ni se ha dado cuenta de su existencia, pero como quiera no es para menos, así cualquiera se vuelve un cero.
Llega la hora del recreo y tiene que irse a su mega refugio rápidamente, el baño. Sentado en el retrete comienza a pensar que definitivamente esta situación no es igual a las veces que simplemente se ha hecho el loco con la barsa de cartas de amor que le han llegado de las chicas de la escuela, privando en bueno (pero realmente siendo un cobarde), ahora va a tener que tirarse a la boca de un león, y grande!, si quiere que su fiera salvaje le haga el coro.
Sale de ahí y comienza a caminar con las piernas medio tembleque, bueno, se muerde la boca y respira un bocanado de aire y ahora empieza a caminar tieso como un robot, los nervios, los nervios! Y va de camino para donde la jevaaaaaaa! (ya a mi hasta pena me da el pana, el no se quiere parece).
Allá lejos en el patio del colegio, en la parte detrás de la escuela, para donde nadie le gusta meterse, está la muchacha con su grupo de maleantes, el grupo más pintoresco con gente de todos los cursos de la escuela, pero no puedo decir que los más populares.
La conversación que están teniendo en ese grupo, la cual el lamentablemente no alcanza a oir, es que la
jeva está discutiendo porque su novio (o más bien ex), la acaba de dejar por una que ella misma fue
quien metió a su grupo y la «crió» por así decir. No estaría de más mencionar que el ex es el líder de
un grupo de rock pesado y principal figura de terror en otra escuela de la misma área. Lo cual, sin
tener que ser un genio, nos lleva a la conclusión de que nuestra temida protagonista es la «Bosu» (la
jefa) matatana de esta escuela cuando se trata de esta recua de malandros. La «bosu» sólo está pensando la manera cruel de vengarse de su , ahora detestado, ex.
Por supuesto que nadie se está percatando de la aparición del rubio y el ha intentado de sacar la voz
para pedir permiso pero está blanco del terror, tanto que ni oye ni siente, ni na. Cuando consigue un
poquito más de aire se oye el «etoooooooooo sumimaseennnnn» («esteeee….permisooooo»), y queda tieso cuando el grupo entero se voltea y lo miran con cara de….. «este no quiere su vida que está aquí».
ay ,, sigo el cuento mañana porque ahora tengo sueño! …….. jiji… byeee
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